Dossier

PRESENTACIÓN DOSSIER “POR UNA VIDA PLÁSTICA: EL PENSAMIENTO DE CATHERINE MALABOU”

Editado por: Cristóbal Durán Rojas

PRESENTACIÓN DOSSIER “POR UNA VIDA PLÁSTICA: EL PENSAMIENTO DE CATHERINE MALABOU”

Revista de Humanidades, núm. 39, pp. 11-15, 2019

Universidad Nacional Andrés Bello

PRESENTACIÓN DOSSIER “POR UNA VIDA PLÁSTICA: EL PENSAMIENTO DE CATHERINE MALABOU”

El pensamiento de Catherine Malabou se ha transformado en un punto de referencia para la denominada filosofía continental en los últimos dos decenios. Filósofa y ensayista, cuya enseñanza se distribuye actualmente entre el Centro de Investigación de Filosofía Europea Moderna (CRMEP) de la Universidad de Kingston en Londres y la cátedra Jacques Derrida de la Universidad de California - Irvine, Malabou ha elaborado una obra novedosa e inquietante. Con una vocación marcada y abiertamente transdisciplinar, no solo se ha destacado por la manera inédita en que pone en contacto campos del saber heterogéneos, sino por que ha elaborado, al pulso de dicho gesto, una relación muy singular con una herencia filosófica. Abordando elementos venidos desde distintas disciplinas (filosofía especulativa, deconstrucción, teorías feministas y neurociencias, entre otras), ha construido un concepto, del cual no se dejarán de extraer y proyectar alcances para la comprensión de nuestra experiencia contemporánea.

Dicho concepto, la plasticidad, que actuará como una cantera desde la cual no dejarán de extraerse inquietudes, marcas y experimentos diversos, que hasta hoy se siguen prolongando. Pese a nacer desde un término un término marginal en la filosofía hegeliana, es retomado por Malabou para volverlo una clave para la lectura de nuestra actualidad. Pero como ya decíamos, los derroteros que sigue su pensamiento no dejan de expandirse y ampliarse en diferentes direcciones. Recurriendo a la obra de distintos autores (Derrida, Heidegger, Kant, Deleuze, Spinoza) y en el contacto con otros territorios de pensamiento (el psicoanálisis, las neurociencias, el feminismo, la filosofía de la vida), el pensamiento de Malabou se ofrece como otro modo de pensar la forma –y la eventual deformación– de nuestros modos de existencia.

En cierto sentido, contra la deconstrucción derrideana, la cuestión de la plasticidad trata de interrogar la veta de una forma que no se deja reducir a la mera presencia, y que la prolonga en el movimiento de una convertibilidad absoluta. Eso hace resurgir el problema de la alteridad y la diferencia, pero ahora a la luz de una metamorfosis que exigiría interrogar los sitios en los cuales la deconstrucción todavía coquetea con una presencia demasiado simple. Un pensamiento de la plasticidad se propondría entonces como el movimiento de intercambio generalizado entre la herencia metafísica y la ruina provocada por su deconstrucción. Este primer impulso es decisivo, ya que permite una relectura de los tópicos que han comprometido más fuertemente a la llamada filosofía continental –el porvenir, la alteridad, la diferencia–, relanzando así la pregunta respecto de la posibilidad de escapar de un sistema cada vez más articulado e insoslayable.

Si se toma en serio lo anterior, no se trata tan solo de probar el rendimiento de la plasticidad en diversos campos, sino reconocer en ella un “esquema motor de nuestro tiempo”. La tarea en marcha sería la de no solo diagnosticar las oposiciones que un interminable juego de intercambio genera, sino advertir las articulaciones de un dinamismo que determina la economía misma de la vida. En tanto trabajo en curso, el pensamiento de Malabou interroga los lugares de transferencia y diagrama los movimientos que se desplazan entre la creación y explosión de las formas que tratamos de captar. Esas formas, que delinean nuestra experiencia entera, se ofrecen a la plasticidad, como territorio emergente donde reabrir los límites que hemos dado a nuestro mundo. Hoy, un diálogo muy estrecho con la biología y las neurociencias permite evaluar la vida como una instancia compleja y contradictoria, capaz incluso de resistir en una de sus vetas al diagnóstico de una sujeción biopolítica de la vida. Al parecer todo un pensamiento de la política contemporánea (si pensamos, por ejemplo y principalmente, en Foucault y Agamben) oblitera la especificidad de la vida para reducirla bajo sus aparatos de captura. Las consecuencias de ello no son menores, si reconocemos que el control y la regulación de la vida son un sello decisivo de nuestra época, y llegan incluso al punto de reformular cierta idea de naturaleza, que parece desacreditada para una parte importante de la filosofía y el pensamiento social contemporáneo.

El dossier que aquí presentamos es la primera muestra de una recepción en lengua castellana, y que esperamos que encuentre a un lector abierto a verse afectado por el amplio abanico con el cual esta filósofa busca responder a varias de sus inquietudes. Estos escritos, cada uno a su manera y en su propio tono, actúan como botones de muestra de una recepción incipiente del pensamiento de Malabou. Veremos así, en las páginas que siguen, un primer esfuerzo por dar cuenta de cierto estado colectivo de su discusión en la escritura y el pensamiento en nuestra lengua. Y este no es un esfuerzo arbitrario: se trata precisamente de abrir un pensamiento que quiere enfrentarse, más allá de las sujeciones de la lengua, a la construcción de problemas que son, por definición, flancos de fuga en y de la lengua misma.

Los textos que aquí se podrán leer se detienen en una obra en curso, una obra viviente, abriendo vetas y horadando su tejido. Lecturas contrastantes y que corren a destiempo entre sí, nos permitirán advertir una puesta en problemas de nuestra actualidad y, por qué no, de aquello que no se ciñe a ella. La plasticidad se transforma en un esquema motor en condiciones de pensar la posición figurativa del tiempo histórico, tensando sus elementos ficcionales e imaginativas, como lo reconoce Diego Pérez Pezoa en el artículo que abre este dossier. Sugiere incluso que la plasticidad permitiría, eventualmente, concebir las transformaciones históricas de la propia historia. También se podría prolongar el trabajo de Malabou para discutir –y re-discutir– las crisis de conexiones que darían la impronta a nuestra época. Renata Prati retoma algunos de los diagnósticos contemporáneos sobre los modos de experiencia, los de Bifo y de Mark Fisher en especial, para reconocer en la plasticidad una herramienta invaluable para abordar las paradojas contemporáneas, en la medida en que permite pensar la posibilidad de acoger los fenómenos nuevos en un sistema cerrado. Por su lado, Begonya Sáez discutirá el concepto de plasticidad inscrito en los marcos del problema de la diferencia, tanto sexual como ontológica. Llegará a decir que la plasticidad es un pathos filosófico, más que un concepto o un operador textual, mostrando así toda una relectura muy productiva para una nueva posibilidad de pensar lo femenino conducida más allá de sí, en una negatividad que constituye a la diferencia como insituable, trans, como una disidencia de la diferencia. Mauro Senatore recurre a algunos de los antecedentes críticos con los cuales Malabou busca alentar una deconstrucción neurobiológica de la subjetividad, en particular el pensamiento de Derrida sobre la vida y la génesis de la mente propuesta por Antonio Damasio, para mostrar los límites y el porvenir que todavía podría tener la crítica y la deconstrucción de la metafísica de la subjetividad. Lorena Souyris se detendrá en detalle en algunos de los aspectos de la lectura sobre Hegel hecha por Malabou, para leer en ella las chances para la crisis en la constitución más íntima del sí-mismo, mostrando las dificultades de un pensamiento de la escisión y el peligro real del corte sobre el cual se aloja la posibilidad del sí-mismo para constituirse y al mismo tiempo para mantenerse separado a sí mismo para darse un porvenir. Finalmente, Iván Trujillo se preguntará si existe alguna posibilidad de leer a Malabou con Derrida, y hacerlo al mismo tiempo. Para ello, recurrirá a una digresión hecha por Derrida, pero omitida por Malabou, y que permitiría introducir el problema de la metáfora en el cuerpo del pensamiento de Malabou, así como releer de otro modo la plasticidad, bajo la lupa de la deconstrucción y la filosofía especulativa.

Nos parece fundamental hacer mención al proyecto Fondecyt N° 11150732, en el marco del cual fue posible plantear la convocatoria para este dossier, así como hacer posible la visita de Catherine Malabou a Chile, en agosto recién pasado, visita que en buena medida inspiró la necesidad de las páginas que aquí leeremos. Y un agradecimiento todavía mayor a Nicolás Román, Editor de la Revista de Humanidades, quien acogió con alegría el intento de dar pie a un diálogo posible que permita mostrar la riqueza de un pensamiento que hoy se encuentra abierto en plena experimentación.

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